El tradicional paseo de los artesanos este fin de semana modificó su rutinario paisaje. No estaban como de costumbre los artesanos de la plaza y ello motivo la sorpresa para cientos de visitantes y vecinos que se congregaron al tradicional paseo de fin de semana para descubrir nuevas creaciones.
Lo cierto es que la puesta en funcionamiento de la nueva ordenanza, 1.759, ha generado diversas polémicas y sensaciones encontradas. Los frentes de conflicto que se plantean en esta gestión, en este caso con los artesanos de la plaza, viene a instalar en el comentario vecinal, que poco le interesa a la Gestión Lemos la implementación de políticas turísticas.
El pasado viernes se llevó a cabo la fiscalización de artesanos, con custodia policial y todo. Casi como presagiando que algo podía ocurrir. Una imagen triste, lamentable.
Poco más de 30 fueron los que fiscalizaron y podrán formar parte del tradicional paseo de Rio Ceballos. Muchos de ellos este fin de semana siguieron apostados en la plaza a la espera de una respuesta que tal vez, por ahora, no llegue. Sin mencionar que los armazones de hierro y caño que hacen las veces de puestos permanecían inmóviles. Para sopresa de muchos artesanos, hasta les habían cambiado las cadenas y candados de seguridad.
Además de ese frente de conflicto, los mismos artesanos reconocen que deben luchar muchas veces con otros que durante las epocas de vacas flacas, hacen su veranito en otras ferias y sólo vienen acá cuando llega el verano, "porque se aseguran la venta. Pero no nos respetan a nosotros, que estamos durante todo el año".
Estamos a las puertas de una nueva temporada turística y hay algunas cuestiones que deberan definirse a la brevedad.
Estamos convencidos que políticas de espectáculos, no siempre significan políticas turísticas como le gusta señalar a nuestro Intendente, pero no podemos frenar la alfuencia turística a nuestra ciudad. Debemos trabajar para crear propuestas interesantes y sustentables y hasta ahora poco se muestra al respecto.