NOS DUELE RIO CEBALLOS?

Rio Ceballos, la apacible, la encantadora, la mágica, parece no tener descanso a raíz de sus últimos convulsionados acontecimientos.
Casi poco se habla de la ciudad turística de décadas anteriores y que en vano parece, se quiere reflotar.
A la triste realidad, que como estigma carga sobre sus espaldas donde se la señala como centro de comercialización de drogas, se suman numerosos hechos delictivos contra la propiedad, que dejan de mostrarla como una ciudad segura para vivir. Al tema de la inseguridad, no les escapan otras localidades vecinas.
Se suma desde hace un par de años, la problemática de la implementación de una polémica Ordenanza Municipal, la 1759/09, que reglamenta la actividad a desarrollar en la Feria Artesanal de nuestra ciudad y que, entiende el órgano que la implementa, deben quedar excluidos numerosos artesanos que prestaban sus servicios en la añosa y tradicional feria por no atenerse a lo establecido en la norma.
Esta situación, ha venido a plantear numerosos enfrentamientos entre el municipio y los artesanos separados de la misma. A tal punto que en las últimas horas se cruzaron acusaciones de una y otra parte, por situaciones de violencia verbal y física entre los involucrados. La plaza dejó de presentar la variada oferta de productos y el municipio parece haberse sacado de encima aquel secreto a voces que se repetía en la ciudad de que en la plaza se comercializaban drogas.
Por estos días, aunque la historia viene de tiempo atrás, a resurgido otro frente de conflicto. El que tiene como protagonista al Cura Párroco hoy residente en Cosquín, “Chobi” Álvarez, y un grupo de vecinos que, en el marco de la Asociación Grupo Alegría, interactúan en la justicia por la propiedad de un predio denominado “Rancho Cien Nubes” ubicado en cercanías de nuestra ciudad. Las acusaciones entre unos y otros van y vienen. El caso por supuestos agravios se ventila en la justicia y los feligreses parecen mirar todo este acontecimiento como un capítulo más, digno de un culebrón mexicano. Tiempo atrás, ni se pensaba en enfrentar a la iglesia o a algunos de sus miembros, de la manera que se lo hace hoy en día. Aunque no tan grave como las últimas acusaciones que caen sobre la institución y sus miembros, no menos importante.
Y así, pueden enumerarse otras tantas cuestiones que han abierto una herida en el seno de nuestra sociedad, que nos encuentra enfrentados en algunos de los casos y sin saber que postura adoptar, en otros.
Esta dicotomía es la que se vive día a día en Rio Ceballos y la que atenta contra aquellos preceptos enumerados al inicio de esta nota, y de la que escapan quienes quieran encontrar esas bondades en otros lugares que hoy pareciera les son ofrecidos. Que crecen como ciudad y a los que miramos atónitos mientras el tiempo nos pasa, aparentemente, sin poder hacer nada.