Algo no está lo suficientemente bien como para que las diferencias personales se trasladen al ámbito de una institución democrática. Y no hablo precisamente de las diferencias partidarias, sino de las personales que terminan en agresiones entre los actores.Antes fueron los panfletos anónimos agraviando a candidatos o personas públicas de la ciudad. Hoy lo son los insultos, descalificaciones e incluso amenazas y golpes.
Nadie puede decir que en el Concejo Deliberante de nuestra ciudad, sólo se viene a trabajar. Mucho menos afirmar que el clima de trabajo es de cordialidad, toda vez que los hechos se suceden. Así se dieran fuera del recinto, los hechos existieron y dan cuenta que lo que debiera ser el trabajo de quienes representan a los vecinos de la ciudad es un mero enfrentamiento donde se mezclan mezquinos intereses políticos-partidarios.
Si este es el clima político de cara a las próximas elecciones, sepan para bien que muy lejos están de merecerse el cargo que ostenten. En una ciudad donde los ánimos se vienen caldeando desde hace bastante tiempo, donde los enfrentamientos son entre la iglesia y los vecinos, el municipio y la cooperativa de agua, las posturas encontradas dentro del Concejo, lejos están de generar un clima de pacificación.
Nos parecemos a los D’Elias, a las Camaños, a los Ambort cuando le tiró un vaso de agua en la cara a otro legislador, o a los muchachos de la patota del Intocable Moreno, funcionario del gobierno nacional.
Acá somos una ciudad chica, donde nos conocemos demasiado y donde debiéramos entender, más allá de que varios vengan de varias gestiones dentro del Concejo, que en algún momento esto se termina y volvemos al llano. Allí, deberemos rendir cuentas de lo actuado. No sólo a quienes nos eligieron, sino a nuestros hijos. Sabremos pues, si ellos podrán sentirse orgullosos de nosotros como padres, porque les ayudamos a construir una sociedad mejor.
2 comentarios:
Señor Priselac soy profesional y instruida hasta el nivel Universitario pero reacciono muy mal frente a la traición sin golpes sin agravios pero mal .... y a veces uno no puede elegir el lugar para tratar civilizadamente una traición o Usted señor Priselac si podría??? ademas las personas de bien no rotulan a las personas como Usted lo hace tenga a bien informarse antes de publicar una nota.
Norma, ante todo, muchas gracias por la molestia de ponerse en contacto.
Leyendo mi columna de opinión sobre el tema por el cual usted opina, trato de buscar el "rótulo" al que me hace referencia y no encuentro ninguno que agravie a nadie, ni, menos aún, menosprecie a nadie. Entiendo el desencanto sufrido por quienes sienten que se trató de una traición el accionar al que de seguro ud. se refiere, pero para nada justifico la agresión, los insultos ni las amenazas, que si existieron y que demuestran un grado de inmadurez a la hora de solucionar diferencias. Me informé adecuadamente a la hora de escribir mi columna de opinión y mis fuentes de información coincidieron sobre lo que se hizo público. Además, hay registros grabados de los dichos de unos y otros. Sobre mi reacción ante una traición, de seguro usted no las sabe, porque evidentemente reaccione en el ámbito que corresponde. Ahora, si para usted es adecuado dirimir las diferencias a golpes de puño, amenazas y demás, creo que no tenemos el mismo concepto de lo que es vivir en democracia.
Aprovecho para saludarle cordialmente y ponerme a su disposición cuando usted lo necesite.
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