CARTA ABIERTA: Sobre el cierre de medios en nuestra ciudad.

No somos ni Nelson Castro, ni Nancy Pazos ni ningún otro de los tantos periodistas o comunicadores que por no representar los intereses de las corporaciones que ostentan el poder de los medios de comunicación, quedaron sin su fuente de trabajo. Sin su derecho a la libertad de expresión. Igual le pasó a comunicadores de nuestra ciudad. De seguro habrá otros que escapan a mis conocimientos.
Somos un simple grupo de personas, muchos de ellos profesionales, que se desempeñaban en un medio de comunicación de nuestra ciudad con el firme propósito de informar, entretener y muchas veces educar. Aunque muchas veces no piensen que desde un pequeño medio eso se pueda lograr. Yo me he ido educando cuando a mis entrevistados les preguntaba cosas que escapaban a mi conocimiento. Supongo que si yo lo hice, muchos como yo, a través de la radio también.
Lo cierto es que por el triste capricho de no escapar a una lógica de mercado nuestra fuente de trabajo, deja de serlo desde hoy lunes 6 de abril. En mí caso, dejó de serlo desde el pasado sábado, pero me enteré hoy.
Y digo desde el capricho de la lógica de mercado, porque en estas ciudades, el desarrollo de los medios, radio, televisión, periódicos, están sujetos a los aportes publicitarios de los comerciantes y de la publicidad oficial. Supongo que a muchos de los comerciantes de nuestra ciudad, los afecta la retracción del mercado, la baja en las ventas y la cesación de pagos. Es decir, hay menos dinero en la calle, los precios aumentan a diario y el poder de compra de la gente disminuye. Ni hablar de cuando no se puede cortar el fiado. Toda esa situación, no hace más que ilustrar que a nosotros, ese capricho de la lógica del mercado, también nos alcanzó. Supongo que a mis colegas de otros medios, en mayor o menor medida, les sucede igual.
Y nos quedamos sin radio, sin programas y en algunos casos, sin ingresos. No supimos o no pudimos hacerle frente a los gastos corrientes que suponen el mantenimiento de un servicio, luz, alquiler, teléfono y sumá, sumá, sumá… Acá no hay grandes capitalistas que inyecten dinero para hacer frente a las erogaciones. Acá había un grupo de gente que apostó a invertir en un proyecto que aspiraba a ser muy importante, pero faltó, a mí entender, la astucia para movernos y adaptarnos a los tiempos que corren. A lo mejor hubo quienes no entendieron el proyecto. Claro está que no todo se puede esperar del aporte de los comerciantes ni mucho menos de la pauta oficial. De ésta última, para no ser un mero boletín oficial y lograr cierto dejo de imparcialidad.
Supongo que por un período de tiempo nuestras voces estarán calladas, como les ha pasado a otros tantos que se desempeñaron en los medios de Rio Ceballos.
En mí caso seguiré las publicaciones en mi blog, imposible sostener una pagina de Internet, pero sin dejar de pensar que en algún momento seremos lo suficientemente hábiles para hacer de nuestra función de periodistas una simbiosis con la de gestores comerciales para evitar que los medios de comunicación se sigan cerrando.
Desde ya muchas gracias a los propietarios de la radio por haberme permitido trabajar libremente, a mis compañeros y amigos de la radio, con quienes compartimos gratos momentos y sobrellevamos esta situación hasta que se nos permitió, a los comerciantes por todo lo que dieron. Estoy seguro que dieron más de lo que muchas veces podían. A las instituciones y gobernantes. A los colegas que de seguro sabrán entender las diferencias que nos pueden haber separado, pero también entenderán lo difícil que es tener que hacer silencio. Y a los oyentes, no se si eran muchos o pocos, pero estaban. Fieles. Muchos venían desde la época de la televisión, otros se encolumnaron en el camino. A todos muchas gracias Termina una etapa, pero de seguro quedan grandes cosas por venir. Ver en http://gustavopriselac.jimdo.com