Las obras para culminar la segunda etapa de la autovía Córdoba-Rio Ceballos, se traducen en cierto malestar por parte de los automovilistas que coinciden en la falta de medidas de precaución en los tramos en los que se están ejecutando.
Si bien escasos e insignificantes, se produjeron algunos accidentes que involucran a automovilistas que no dudan en culpar a la escasa iluminación de los sectores que comprenden las obras. Reclamos que se hicieron oír ni bien comenzaron las obras, en los medios radiales locales.
A estos reclamos podemos agregarle que la policía caminera, cuyo lema es “volvimos para que todos regresen” poco transitan la ruta en cuestión, o poca atención prestan a las obras que se realizan y las consecuencias que pueden traer mientras estas duren. Me cabe preguntar si realmente volvieron, para que todos vuelvan. No sería efectiva la presencia de un móvil o agentes en las zonas afectadas, alertando de los peligros que las obras representan a los automovilistas?.
Por otro lado podemos señalar la imprudencia de quienes nos trasladamos en vehículos, excediendo las velocidades indicadas en los carteles existentes. Una clara muestra de la falta de respeto por nuestra vida y la de nuestros semejantes.
Nadie puede cuestionar la importancia que significa la ejecución de las obras en una ruta tristemente conocida por la larga lista de accidentes fatales que cuenta en su haber y tan trascendental para el desarrollo económico de nuestra región. Pero sumamente necesarias, son las cuestiones que deben atender a la seguridad e integridad de los que por ella transitamos. Seguridad que debemos hacer entre todos.
Si bien escasos e insignificantes, se produjeron algunos accidentes que involucran a automovilistas que no dudan en culpar a la escasa iluminación de los sectores que comprenden las obras. Reclamos que se hicieron oír ni bien comenzaron las obras, en los medios radiales locales.
A estos reclamos podemos agregarle que la policía caminera, cuyo lema es “volvimos para que todos regresen” poco transitan la ruta en cuestión, o poca atención prestan a las obras que se realizan y las consecuencias que pueden traer mientras estas duren. Me cabe preguntar si realmente volvieron, para que todos vuelvan. No sería efectiva la presencia de un móvil o agentes en las zonas afectadas, alertando de los peligros que las obras representan a los automovilistas?.
Por otro lado podemos señalar la imprudencia de quienes nos trasladamos en vehículos, excediendo las velocidades indicadas en los carteles existentes. Una clara muestra de la falta de respeto por nuestra vida y la de nuestros semejantes.
Nadie puede cuestionar la importancia que significa la ejecución de las obras en una ruta tristemente conocida por la larga lista de accidentes fatales que cuenta en su haber y tan trascendental para el desarrollo económico de nuestra región. Pero sumamente necesarias, son las cuestiones que deben atender a la seguridad e integridad de los que por ella transitamos. Seguridad que debemos hacer entre todos.
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