Cuando conocí la noticia de que los taxis de nuestra ciudad habían incorporado el sistema de GPS, me surgió preguntarme si no es necesario que el gobierno municipal también se incorpore uno. La idea es que a través de este sistema de Geoposicionamiento, logre encontrar el rumbo que parece han perdido hace tiempo.
Han perdido el rumbo en materia de definir políticas turísticas serias, en materia de seguridad, en obras públicas.
Nadie se preocupa por continuar lo que otros inician, sea por capricho de no pertenecer a la misma ideología política o por falta de proyectos concretos. Pero los turistas visitan nuestra ciudad, sea en temporada estival, invernal o en fines de semana largos y nada se hace para atenderlos. Si bien se ha trabajado en atraer actividades vinculadas con el patín y recientemente un campeonato de karate, lo que otrora buscaba definirse como un clásico de nuestra ciudad, ha quedado relegado en el tiempo y cajoneado vaya uno a saber en que armario.
No hay políticas concretas, los espectáculos no atraen. Acaso un festival de salsa en Semana Santa, es un atractivo interesante para los turistas? No se ha logrado consensuar un trabajo sólido con las áreas oficiales y privadas, tendientes a brindar servicios y atractivos a los visitantes. El gobierno y el comercio de nuestra ciudad, parecen dos entes antipáticos.
La seguridad, se ve desbordada. En pleno centro de nuestra ciudad se suceden intentos de violación, se roba a plena luz del día y los barrios se muestran desprotegidos y los vecinos asustados.
La droga ha llegado para instalarse. Se vende en cualquier lugar y todos conocen, pero nadie ha hecho mucho por desterrarla. Sólo un grupo de padres parecen ocuparse de vez en cuando del tema. A fines del año pasado, todos poníamos el grito en el cielo cuando realizaron una reunión en la sala Caminito Serrano. Pero de ahí, no pasó. A plena luz del día es posible ver deambulando a jóvenes drogados en busca de algún farmacéutico que le venda algún alucinógeno o verlos reunidos en la plaza de piedra, en el anfiteatro, fumando un porro.
Me preocupa la escasa actividad cultural que refleja nuestra ciudad. Orientada más que nada a exposiciones en la Capilla Histórica, que a verdaderas propuestas con contenido integrador. Será que acaso no hay presupuesto para la cultura en nuestra ciudad? O sólo es un privilegio de las ciudades vecinas, como Unquillo?. En obras públicas, algunas cosas se están haciendo. Y bien me podrían contestar que sin obras de infraestructura es imposible brindar un buen servicio a los turistas. Pues bien, cuando asumió Lemos, señalábamos que era el intendente que la mayoría de la población elegiría porque encarnaba la figura de las obras públicas que la ciudad necesitaba. Pero me preocupan las otras. Las que por estos días han sido motivo de reunión de intendentes de la región. Agua, gas, cloacas.
Ojalá, que al igual que los taxis con GPS, el gobierno municipal encuentre el rumbo en definir un modelo de ciudad, sobre el que se trabajo y del que sería importante se trabaje, para determinar una identidad sustentable en el tiempo. Por más que esta palabra mucho no le guste a la actual gestión.
Han perdido el rumbo en materia de definir políticas turísticas serias, en materia de seguridad, en obras públicas.
Nadie se preocupa por continuar lo que otros inician, sea por capricho de no pertenecer a la misma ideología política o por falta de proyectos concretos. Pero los turistas visitan nuestra ciudad, sea en temporada estival, invernal o en fines de semana largos y nada se hace para atenderlos. Si bien se ha trabajado en atraer actividades vinculadas con el patín y recientemente un campeonato de karate, lo que otrora buscaba definirse como un clásico de nuestra ciudad, ha quedado relegado en el tiempo y cajoneado vaya uno a saber en que armario.
No hay políticas concretas, los espectáculos no atraen. Acaso un festival de salsa en Semana Santa, es un atractivo interesante para los turistas? No se ha logrado consensuar un trabajo sólido con las áreas oficiales y privadas, tendientes a brindar servicios y atractivos a los visitantes. El gobierno y el comercio de nuestra ciudad, parecen dos entes antipáticos.
La seguridad, se ve desbordada. En pleno centro de nuestra ciudad se suceden intentos de violación, se roba a plena luz del día y los barrios se muestran desprotegidos y los vecinos asustados.
La droga ha llegado para instalarse. Se vende en cualquier lugar y todos conocen, pero nadie ha hecho mucho por desterrarla. Sólo un grupo de padres parecen ocuparse de vez en cuando del tema. A fines del año pasado, todos poníamos el grito en el cielo cuando realizaron una reunión en la sala Caminito Serrano. Pero de ahí, no pasó. A plena luz del día es posible ver deambulando a jóvenes drogados en busca de algún farmacéutico que le venda algún alucinógeno o verlos reunidos en la plaza de piedra, en el anfiteatro, fumando un porro.
Me preocupa la escasa actividad cultural que refleja nuestra ciudad. Orientada más que nada a exposiciones en la Capilla Histórica, que a verdaderas propuestas con contenido integrador. Será que acaso no hay presupuesto para la cultura en nuestra ciudad? O sólo es un privilegio de las ciudades vecinas, como Unquillo?. En obras públicas, algunas cosas se están haciendo. Y bien me podrían contestar que sin obras de infraestructura es imposible brindar un buen servicio a los turistas. Pues bien, cuando asumió Lemos, señalábamos que era el intendente que la mayoría de la población elegiría porque encarnaba la figura de las obras públicas que la ciudad necesitaba. Pero me preocupan las otras. Las que por estos días han sido motivo de reunión de intendentes de la región. Agua, gas, cloacas.
Ojalá, que al igual que los taxis con GPS, el gobierno municipal encuentre el rumbo en definir un modelo de ciudad, sobre el que se trabajo y del que sería importante se trabaje, para determinar una identidad sustentable en el tiempo. Por más que esta palabra mucho no le guste a la actual gestión.
