CORONAVIRUS EN RIO CEBALLOS: Dos casos de personas que no residen en la ciudad pero que registran domicilio postal. Uno de ellos, internado en el Sanatorio del Interior, fué derivado del geriátrico de Saldan///

26.1.09

SECRETO A VOCES...


Lo que todos saben, alguien se animo a dar a conocer. Los que todos callan, alguien se animo a gritar...

Tal vez cansado que tanto reclamo sea desatendido y viendo como de a poco la vida de su hijo cae en manos de los mercaderes de la muerte, alguien tomo las riendas del asunto y grito tan fuerte que su reclamo se hizo eco en donde alguien mas pueda sentirse tocado por lo que de seguro va a ser una molestia...

Aqui, la nota que un padre de nuestra ciudad de Rio Ceballos logro para con La Voz del Interior. Una cruda imagen de un secreto a voces, que todos conocen, pero protegen con el silencio...


Sin respuestas, salió a "cazar" a los narcosDesesperado por la adicción de su hijo, se puso a investigar quién proveía la droga al joven y detectó más de 80 bocas de venta en Río Ceballos y alrededores. Hizo un listado preciso con esos datos y hace casi dos años se lo acercó a la Justicia Federal, a la Policía provincial y a Gendarmería. Asegura que hoy todo sigue igual.
Soy un padre desesperado que agotó todos los recursos con las autoridades policiales locales y encontró sólo promesas. Mientras, el flagelo de la droga destruye a nuestros hijos en mi ciudad, Río Ceballos (...)”. Así decía una carta que a fines de 2007, un vecino de Río Ceballos le remitió a Gendarmería Nacional, junto a un listado de 81 supuestas bocas de venta de droga. El mensaje continuaba: “Mi temor es que todos los que le vendían marihuana y otras drogas continúen haciéndolo en los mismos lugares que les transmití a la Policía local y al Departamento de Drogas Peligrosas de la Jefatura Central de la Policía de la Provincia (...) Mi desesperación me llevó también a la Justicia Federal, donde entregué un trabajo similar al que les acerco a ustedes”. Desde hace ya varios años, un médico vecino de aquella ciudad de las Sierras Chicas convive con el drama de la adicción en su hogar. Uno de sus hijos, adolescente, comenzó probando marihuana, consumo que avanzó hacia otras sustancias. Cocaína, por lo menos. Al detectar el deterioro de su hijo (la adicción derivó en un cuadro de esquizofrenia), el médico decidió enviarlo de inmediato a la ciudad de Córdoba, para que se sometiera a un tratamiento de rehabilitación bajo el cual aún continúa, cinco años después. Al mismo tiempo, el hombre empezó a pedir a la Policía local que interviniera para paliar el flagelo en la zona. Pero asegura que no obtuvo respuestas positivas. Como los que le vendían la droga a su hijo seguían tentándolo cada vez que el pibe regresaba a su casa, el médico armó una red de investigadores junto a un grupo de vecinos (entre los que figuran profesionales de distintas ramas). A través de distintos informantes, en especial remiseros y deliveries de rotiserías, redactaron una lista precisa de lugares y personajes que estarían relacionados con la venta de drogas al menudeo. En total, según la nómina actualizada que pasó el viernes último a este diario, el grupo anotó 85 puntos de expendio, repartidos entre las localidades de Río Ceballos, Unquillo, Salsipuedes, Colanchanga y Cabana. El médico –su nombre se reserva–, dice que presentó la enorme lista en febrero de 2007 ante la Justicia Federal, la Policía local, la División Drogas Peligrosas, Gendarmería y la Policía federal. “Mi desesperación me llevó a la Justicia Federal donde, luego de gritar un poco en el séptimo piso, entregué la lista; esto fue en febrero (de 2007) y aún están decidiendo cómo actuar, mientras se enferman otros chicos”, relata. El mito del paraguayo. En la ciudad de Unquillo, el barrio Gobernador Pizarro es zona caliente, debido a que la droga aparece asociada a marginalidad y delito. Según señalan los vecinos, en el último tiempo hubo algunos allanamientos que resultaron positivos, ya que se secuestró droga destinada a la venta, pero otros procedimientos fracasaron a último momento debido a que –sospechan– se filtró la información policial. Actualmente, en la ciudad de Río Ceballos la Justicia provincial investiga el suicidio de un adolescente que apareció ahorcado a fines del año pasado. Mientras que la teoría de la Policía vincula el caso a una discusión con una novia, otra hipótesis señala que el caso ocurrió días después de que un hermano, que sería dealer (proveedor de droga) en un boliche céntrico, se quedara con mil pesos de un encargo de droga que le había hecho un empresario de Villa Allende. Este sector de las Sierras Chicas fue noticia en octubre del año pasado, cuando dos cordobeses fueron detenidos al cruzar el peaje ubicado junto al aeropuerto de la ciudad de Córdoba por llevar en el baúl de su auto un cargamento de 184 ladrillos de marihuana, con un peso total de 213 kilogramos. La investigación comandada por el subcomisario Guillermo Gallego se había iniciado un año antes, bajo la dirección del Juzgado Federal N° 1, Secretaría Liliana Navarro. Las detenciones se produjeron luego de una persecución por la ruta E-53 que se inició cerca de Salsipuedes. En medio del trayecto, un tercer narcotraficante, que sería oriundo de Paraguay, se descolgó del vehículo y escapó a campo traviesa, situación que generó más de un comentario. Este paraguayo es todo un mito en el submundo de Río Ceballos y alrededores. Quienes conocen del tema señalan que, aunque todos lo nombran como uno de los “peces gordos” de la droga, nadie asegura haberlo visto alguna vez. Bajo sus órdenes trabajaría el hermano del chico que apareció ahorcado. Arruinarles el negocio. Una vivienda cercana a la reserva del dique La Quebrada, la plaza donde funciona la Feria de Artesanías, quioscos, una forrajería, una gomería, una fábrica de pastas, la proveeduría de un balneario, pubs y boliches son algunos de los lugares mencionados en la extensa lista de 85 sitios que estarían relacionados con el narcotráfico, según los datos que recabaron los vecinos. En la zona, asegura el médico, se comercializan porros, cocaína, pastillas y cigarrillos “nevados” (mezcla de marihuana y cocaína). Los últimos rumores también mencionan la venta de éxtasis en algunos lugares. De los 85 puntos de venta al menudeo denunciados por este hombre y los vecinos que se plegaron a su batalla, la mayoría son de gente que vende y consume, ya que –según estima el médico– no se advierten grandes bandas organizadas para traficar en este sector de las Sierras Chicas. No obstante, algunos de los apuntados desarrollarían una actividad un tanto más compleja en la escala del narcotráfico. A mediados del año pasado, luego de varios procedimientos fallidos, fue detenido un presunto narco conocido como “el Toro”, acusado de distribuir cocaína al por mayor, según consta en la causa. En el procedimiento detuvieron al hombre y a su pareja, luego de que encontraran en la vivienda 150 gramos de cocaína. Horas después, la mujer recuperó la libertad y al día siguiente fue sorprendida mientras intentaba continuar con el “negocio”, según la Policía. Hoy, asegura el médico, son las hijas de la pareja las que proveen droga a buena parte de la ciudad de Río Ceballos. Estos fueron procedimientos que dejaron satisfecho al grupo de vecinos “investigadores”. No obstante, se quejan de que nunca se indagó de manera suficiente en los lugares que ellos aseguran haber detectado. “Nos dicen que están sacando fotos, que están investigando, pero nosotros no vemos que pase nada”, dice un vecino. “Mientras realizan las supuestas investigaciones, cada día un joven cae en el consumo”, advierte otro profesional. “Yo no pido que allanen todas los puntos que hemos marcado; bastaría con que pase un patrullero con cierta frecuencia por el frente de esos lugares o que pongan a un policía a pie a caminar la cuadra. Con eso sólo les arruinarían el negocio a estos dealers, porque nadie se atrevería a ir a comprar ahí”, concluye el médico.

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