Que factores permitieron el triunfo de Spicogna sobre el gobierno de Lemos? Porqué si Lemos “hizo más obras en 3 años” que la gestión de Spicogna-Campos en 12 años, no le alcanzó a Lemos para la reelección? Que hizo que la lista de Lemos, a entender de Mario Alfieri, era “la mejor lista”, no le pudo ganar a una lista que recuperaba para el justicialismo figuras que en la anterior contienda estaban fragmentadas?.
Sin dudas que son demasiadas preguntas para ensayar explicaciones repentinas.
Spicogna logró representar los intereses de las distintas facetas del justicialismo de Rio Ceballos y convertirlas en una alternativa política, a la que no faltó su viejo socio y aliado, el Vecinalismo de la familia Campos. De seguro sin el arrastre de los votos de otrora, pero necesarios para sumar. Y si hubiera sumado a Sonia Loza?
El espaldarazo de De La Sota indudablemente fue importante. En dos oportunidades el candidato a Gobernador de Unión por Córdoba visitó la ciudad y le vino a “poner el hombro y las dos manos” a su delfín político, Sergio Spicogna. Hay quienes se animan a señalar que la forma de gobernar de Lemos y su socio político Mario Alfieri, socavaron lo que a fuerza de obras habían construido. Quizás no haya que buscar en las listas “opositoras” de la interna partidaria de marzo, muchas más respuestas.
De seguro la fuerte denuncia presentada por los ediles Murúa y Baldassi por presunta sobrefacturación en la construcción de una plaza también han jugado un papel preponderante en la definición tan fina de la elección. Le restaron votos a Lemos los hechos denunciados? Le afectó a su slogan que pregonaba honestidad? Y si ello ocurrió, quien se benefició con el vuelo de esos votos?. Que hubiera pasado si los números que denunciaron los ediles hubieran sido aclarados en tiempo y forma?
Como fuere y a modo de ensayar sólo algunas respuestas, lo que no logró un justicialismo fragmentado allá por 2.007 lo logran, a riesgo de perderlo todo, en las elecciones del pasado 29 de mayo. Habrá que estar atentos de ahora en adelante a la transición política que comenzaremos a vivir, que de seguro será tan tensa como lo fue la campaña electoral.
Sin dudas que son demasiadas preguntas para ensayar explicaciones repentinas.
Spicogna logró representar los intereses de las distintas facetas del justicialismo de Rio Ceballos y convertirlas en una alternativa política, a la que no faltó su viejo socio y aliado, el Vecinalismo de la familia Campos. De seguro sin el arrastre de los votos de otrora, pero necesarios para sumar. Y si hubiera sumado a Sonia Loza?
El espaldarazo de De La Sota indudablemente fue importante. En dos oportunidades el candidato a Gobernador de Unión por Córdoba visitó la ciudad y le vino a “poner el hombro y las dos manos” a su delfín político, Sergio Spicogna. Hay quienes se animan a señalar que la forma de gobernar de Lemos y su socio político Mario Alfieri, socavaron lo que a fuerza de obras habían construido. Quizás no haya que buscar en las listas “opositoras” de la interna partidaria de marzo, muchas más respuestas.
De seguro la fuerte denuncia presentada por los ediles Murúa y Baldassi por presunta sobrefacturación en la construcción de una plaza también han jugado un papel preponderante en la definición tan fina de la elección. Le restaron votos a Lemos los hechos denunciados? Le afectó a su slogan que pregonaba honestidad? Y si ello ocurrió, quien se benefició con el vuelo de esos votos?. Que hubiera pasado si los números que denunciaron los ediles hubieran sido aclarados en tiempo y forma?
Como fuere y a modo de ensayar sólo algunas respuestas, lo que no logró un justicialismo fragmentado allá por 2.007 lo logran, a riesgo de perderlo todo, en las elecciones del pasado 29 de mayo. Habrá que estar atentos de ahora en adelante a la transición política que comenzaremos a vivir, que de seguro será tan tensa como lo fue la campaña electoral.
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