El bicentenario de la patria encuentra al gobierno de Lemos, en Rio Ceballos, debiendo revalidar “títulos” de su gestión.
Tras las denuncias por la presunta irregularidad al asumir su función frente al gobierno municipal como motivo de una causa judicial en su contra, se suma el pedido de revocatoria elaborado por un grupo de fuerzas políticas de la oposición sin representación en el Concejo Deliberante. Las mismas fuerzas que en numerosas oportunidades hacen oír sus reclamos a dirigentes de diversas instituciones de la ciudad.
El radicalismo a pleno, en una clara actitud corporativa, salió a respaldar la Gestión Lemos, como si el peso de las denuncias enarboladas por las fuerzas de la oposición, a las que no se plegó un sector del Justicialismo, permitieran tambalear al gobierno del actual Intendente o como si el pedido de la revocatoria, tuviese un claro peso desestabilizante y golpista.
El Comité de Circuito elaboró una serie de planes de trabajo tendientes a echar por tierra los argumentos de las fuerzas opositoras y salió a recordar, en el inconsciente colectivo de los vecinos, algunas de las obras llevadas a cabo hasta hoy por este gobierno. Así, al transitar las calles de la ciudad un vecino simpatizante del partido de Yrigoyen entregaba en mano de los transeúntes un volante con el sello partidario haciendo alarde de lo que a simple vista se ve.
“Rio Ceballos avanza con hechos, no mentiras” a pié de página. Y un listado de aquello que en poco más de dos años de gobierno se ufana de haber realizado. Asfaltado de calles, ampliación del Centro de Salud, remodelación y construcción de áreas de esparcimientos barriales, construcción de un playón deportivo en barrio Los Vascos, creación de centros vecinales.
Y a la lista podemos agregarle muchas otras obras realizadas, sólo que intentamos ser no una ayuda memoria de lo que esta gestión realizó, sino un ayuda memorias de lo que tanto el gobierno actual cuanto las fuerzas de la oposición, deben traer a discusión.
A doscientos años de la Revolución de Mayo, debemos discutir firmemente el modelo de ciudad que queremos gestar para nuestros descendientes. Una discusión seria y fundamentada en el marco del desarrollo y crecimiento, sobre las bases sólidas de dar respuesta a las necesidades actuales de la sociedad, con una amplia mirada puesta en el mañana.
Una discusión poniendo la mirada firme en desalentar cualquier intento profanador de usurpar el poder de un gobierno legítimamente elegido por el voto popular y al que se debe respetar en tanto no se atente contra el bienestar de la sociedad. El radicalismo debe estar tranquilo que tras la recuperación de la democracia, lejos se está de avivar los fantasmas que sumieron en el oscurantismo a nuestro país durante la década del 70 y en años anteriores. Pero debe trabajar con afán en cumplir al pie de la letra las clausulas de un contrato que lo depositó en el poder.
Quizás cuando comprendamos los ideales de la Revolución de Mayo de 1810 trabajemos en la construcción de una sociedad de iguales desde los distintos sectores en que nos encontremos.
Tras las denuncias por la presunta irregularidad al asumir su función frente al gobierno municipal como motivo de una causa judicial en su contra, se suma el pedido de revocatoria elaborado por un grupo de fuerzas políticas de la oposición sin representación en el Concejo Deliberante. Las mismas fuerzas que en numerosas oportunidades hacen oír sus reclamos a dirigentes de diversas instituciones de la ciudad.
El radicalismo a pleno, en una clara actitud corporativa, salió a respaldar la Gestión Lemos, como si el peso de las denuncias enarboladas por las fuerzas de la oposición, a las que no se plegó un sector del Justicialismo, permitieran tambalear al gobierno del actual Intendente o como si el pedido de la revocatoria, tuviese un claro peso desestabilizante y golpista.
El Comité de Circuito elaboró una serie de planes de trabajo tendientes a echar por tierra los argumentos de las fuerzas opositoras y salió a recordar, en el inconsciente colectivo de los vecinos, algunas de las obras llevadas a cabo hasta hoy por este gobierno. Así, al transitar las calles de la ciudad un vecino simpatizante del partido de Yrigoyen entregaba en mano de los transeúntes un volante con el sello partidario haciendo alarde de lo que a simple vista se ve.
“Rio Ceballos avanza con hechos, no mentiras” a pié de página. Y un listado de aquello que en poco más de dos años de gobierno se ufana de haber realizado. Asfaltado de calles, ampliación del Centro de Salud, remodelación y construcción de áreas de esparcimientos barriales, construcción de un playón deportivo en barrio Los Vascos, creación de centros vecinales.
Y a la lista podemos agregarle muchas otras obras realizadas, sólo que intentamos ser no una ayuda memoria de lo que esta gestión realizó, sino un ayuda memorias de lo que tanto el gobierno actual cuanto las fuerzas de la oposición, deben traer a discusión.
A doscientos años de la Revolución de Mayo, debemos discutir firmemente el modelo de ciudad que queremos gestar para nuestros descendientes. Una discusión seria y fundamentada en el marco del desarrollo y crecimiento, sobre las bases sólidas de dar respuesta a las necesidades actuales de la sociedad, con una amplia mirada puesta en el mañana.
Una discusión poniendo la mirada firme en desalentar cualquier intento profanador de usurpar el poder de un gobierno legítimamente elegido por el voto popular y al que se debe respetar en tanto no se atente contra el bienestar de la sociedad. El radicalismo debe estar tranquilo que tras la recuperación de la democracia, lejos se está de avivar los fantasmas que sumieron en el oscurantismo a nuestro país durante la década del 70 y en años anteriores. Pero debe trabajar con afán en cumplir al pie de la letra las clausulas de un contrato que lo depositó en el poder.
Quizás cuando comprendamos los ideales de la Revolución de Mayo de 1810 trabajemos en la construcción de una sociedad de iguales desde los distintos sectores en que nos encontremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario