EL ADIOS AL PADRE AGUILERA

En una ceremonia religiosa que presidió el Arzobispo de Córdoba, Carlos Ñañez, y de la que participaron el Gobernador de la Provincia, el Intendente de Unquillo y numerosos vecinos, fueron despedidos los restos del Padre Héctor Aguilera. La ceremonia religiosa se realizó en la Parroquia Nuestra Señora del Lourdes de aquella ciudad. Posteriormente los restos del Párroco recibieron sepultura en el Cementerio Municipal. Se aguarda poder darle sepultura en su obra, La casa del Niño.
La comitiva ingresó al templo a las 10 de la mañana. Su féretro era transportado por jóvenes que residen en su obra y acompañados por una decena de niños de no más de 10 años de edad, quienes portaban en sus manos claveles, guiando el paso hacia el altar.
La homilía realizada por el Cardenal Estanislao Karlic, del Arzobispado de Entre Rios y amigo de Aguilera, resaltó las bondades de la obra del Padre Aguilera y se empeñó en evitar el dolor que produce su partida. “La muerte, no es la culminación de la vida y la vida de Héctor prosigue en su obra” resaltó. Luego señaló que ante el dolor de su partida, “hay que entender lo grande que fue el amor que tuvo Héctor y su amor se tradujo en la contención que le dio a tantos niños”.
La salida del féretro fue acompañada por campanadas y aplausos que se multiplicaron alrededor de la plaza Alem, ubicada frente a la parroquia. Posteriormente el cortejo atravesó toda la ciudad para encontrar su final en el panteón municipal donde fue llevado en andas por muchos de los jóvenes que residen en La Casa. Escenas de dolor y llanto rompieron el silencio de la ceremonia, cuando los cientos de vecinos que se acercaron a brindarle el último adiós desfilaron frente a su féretro. Allí descansará a la espera que sus restos encuentren destino final en su obra que da abrigo a más de 600 personas.

Los testimonios
A la numerosa concurrencia de público consternada por la muerte del Padre Héctor Aguilera, se sumaron la presencia de autoridades eclesiásticas y del gobierno provincial.
Para el Gobernador de la Provincia, Contador Juan Schiaretti, la figura de Aguilera “es el tipo de ejemplo que le hacen bien a los cordobeses para volvernos más solidarios, y ese es el gran legado del padre. Por eso es importante que las máximas autoridades de la provincia estemos presentes dándole el último adiós”. Sobre los recuerdos que le deja su figura, Schiaretti no dudó en señalar “nunca le vi guardar rencor con nadie; nunca le vi agredir a nadie. Siempre se lo vio con una gran tranquilidad de espíritu, intentando llevar amor, solidaridad y paz a todos. Por eso creo que es un ejemplo”.
Poe su parte el Arzobispo de Córdoba Carlos Ñañez no dudó en señalar: “El testimonio de Aguilera es un testimonio sencillo. Él sintió hacer lo que Dios le pedía, pero elocuente, porque su obra ha sido realmente grande, a favor de quien lo necesitaba. Entonces hay dolor, pero también debemos sentirnos reconfortados por su testimonio y por su ejemplo”.
Daniel Malamud, vocero de La Casa del Niño, no dudó en señalar que tras la muerte del Padre Aguilera “sabíamos que era posible que llegara. Estábamos preparados en los últimos días, porque sabíamos que la salud del padre era delicada y es un desafío muy grande, pero el nos va a seguir guiando, iluminando. Nos queda seguir su ejemplo, honrar su ejemplo y cuidar a los chicos”. Consultado sobre la continuidad de la obra, Malamud no dudó en señalar que es el trabajo de toda una familia. “Nos gusta decir que somos eso, una familia grande, numerosa, de 600 personas. Entonces lo que prima, más allá de todo, es la unidad de todos. Tenemos que seguir por el “Pa”, aún en su ausencia. Y la mejor manera de acompañarlo en su dolencia, él estando en Turquía, en Roma, es cuidando a los chicos. Siguiendo como todos los días. Por supuesto con lo difícil que significa, pero ese es el desafío. Seguramente él esta contento y su alegría es que sigamos por y para los chicos”.