
La Argentina es uno de los países de la región que más ha hipotecado su agricultura siguiendo los mandatos del neoliberalismo.
El mundo atraviesa una crisis que empezó en el sector financiero de Estados Unidos y se expande a otros sectores económicos y territorios con la velocidad de los tiempos. La economía argentina está integrada al mercado internacional en menor medida que los otros países de la región aunque en materia agrícola es el más hipotecado de América del Sur. En efecto, la Argentina y México son los dos países de América Latina que más han hipotecado sus agriculturas siguiendo los mandatos del neoliberalismo.Quienes saben teoría económica y perciben los movimientos actuales con adecuadas experiencias vaticinan que se perderá mucho capital hasta que la rueda del ciclo vuelva a un nuevo punto de arranque. Sin embargo, nadie se anima a vaticinar qué carácter tendrá y qué países hegemonizarán la siguiente etapa.Por eso, el diseño de medidas globales anticrisis en nuestros territorios lo deben asumir los “Estados nacionales” de acuerdo con sus intereses internos o regionales. Un mínimo principio de cooperación social en estos momentos es imprescindible para afrontar los años que vienen: cooperación interna y con el resto de América Latina.Es interesante observar que los países latinoamericanos más comprometidos con la crisis en materia agroalimentaria se resisten a retomar iniciativas “nacionales” serias. México, con un gobierno débil por su confusa elección, vapuleado por todos lados, subsumido en el Tratado de Libre Comercio y que ha perdido la decisión de formular un programa de soberanía alimentaría, no acierta senderos de salida.
Por Norma Giarracca. Mas en www.critica.com
El mundo atraviesa una crisis que empezó en el sector financiero de Estados Unidos y se expande a otros sectores económicos y territorios con la velocidad de los tiempos. La economía argentina está integrada al mercado internacional en menor medida que los otros países de la región aunque en materia agrícola es el más hipotecado de América del Sur. En efecto, la Argentina y México son los dos países de América Latina que más han hipotecado sus agriculturas siguiendo los mandatos del neoliberalismo.Quienes saben teoría económica y perciben los movimientos actuales con adecuadas experiencias vaticinan que se perderá mucho capital hasta que la rueda del ciclo vuelva a un nuevo punto de arranque. Sin embargo, nadie se anima a vaticinar qué carácter tendrá y qué países hegemonizarán la siguiente etapa.Por eso, el diseño de medidas globales anticrisis en nuestros territorios lo deben asumir los “Estados nacionales” de acuerdo con sus intereses internos o regionales. Un mínimo principio de cooperación social en estos momentos es imprescindible para afrontar los años que vienen: cooperación interna y con el resto de América Latina.Es interesante observar que los países latinoamericanos más comprometidos con la crisis en materia agroalimentaria se resisten a retomar iniciativas “nacionales” serias. México, con un gobierno débil por su confusa elección, vapuleado por todos lados, subsumido en el Tratado de Libre Comercio y que ha perdido la decisión de formular un programa de soberanía alimentaría, no acierta senderos de salida.
Por Norma Giarracca. Mas en www.critica.com
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